Busco un título para éste post y ninguno parece encajar. Ninguno parece lo suficientemente emotivo o real de modo que refleje lo que siento en éstos momentos.
Hace prácticamente un año de tu pérdida, los días han pasado y parece que no haya sido así. Es como si de repente, me hubiese (o mi cabeza se hubiese) dado cuenta de tu pérdida. Los días van pasando y parece que no te lo crees, que no es real, que sólo es un viaje más o que es una despedida por un tiempo corto. No es así, la realidad es otra, ya no vas a volver, ya no podré volver a abrazarte, ya no podré contarte mi día a día, ni compartirlo contigo.
La única satisfacción que puede existir en todo ésto, es el tiempo que tuvimos de más, el tiempo que se nos concedió para poder saborearnos, el tiempo de preparación (aunque haya sido insuficiente), el tiempo de disfrute, de risas, del disfrutar de lo que realmente importa, la compañía del ser querido.
Es una pena que enfermedades tan malas, puedan destrozar así los hogares, de éste modo. Todo aquel que ha perdido un ser querido sabe lo que éstas palabras intentan reflejar, melancolía y de algún modo desahogo por compartir ese dolor. A los que no lo conocen, me alegro por ellos y mejor que el momento llegue lo más tarde posible, pero también deciros, desde mi más humilde ser; que disfrutéis de la vida, de la familia, de la gente de vuestro alrededor. No vale de nada perderse en bienes materiales que nos alejan de la realidad, aunque a veces sean necesarios para evadirnos un rato.
Desde aquí solo puedo escribir palabras, sentimientos, pensamientos, sólo algo que sirva como recuerdo como alivio a otros que estén igual ... el resto, bien sabes que me lo guardo en el corazón, dónde siempre estarás y dónde quedarán esos momentos de alegría y amor.
Te quiero mucho y te echo de menos.